
Desde la irrupción de las barbas como tendencia nº1 en belleza masculina, el afeitado ha pasado de ser una práctica rutinaria en la vida del hombre a toda una experiencia.
Gracias al auge de las barbas, el afeitado clásico con navaja y las barberías están viviendo una nueva edad de oro, después de muchos años relegados al campo del olvido.
El afeitado con navaja es un momento en el que prima la calma, la tranquilidad y el ir despacito y con buena letra.
Se trata de un momento para ti, para mimarte y para cuidarte, que muchos ya han incorporado en su día a día.
Si quieres aprender todos los trucos sobre cómo afeitarte con navaja y tener un paso a paso fácil de seguir que te evite irritaciones y cortes innecesarios, en este artículo tienes todo lo que necesitas para conseguirlo.
Usa los productos necesarios
Más allá de sustituir tu maquinilla eléctrica o cuchilla de afeitar por una navaja barbera, necesitarás también contar con una serie de productos imprescindibles que convertirán el afeitado en toda una experiencia.
A continuación, te detallamos los productos necesarios para poder hacer con éxito un afeitado con navaja:
- Producto pre-afeitado: estos productos suelen ser en textura aceite o emulsión y su función es proteger la piel con una película invisible para prepararla para la acción del afeitado. Con este producto evitarás las posibles irritaciones y picores.
- Jabón o crema de afeitar: imprescindible para que la navaja se pueda deslizar en las mejores condiciones.
- Brocha: es el aliado ideal de la crema o el jabón de afeitado. Con la brocha podrás espumar el jabón y repartirlo por el rostro.
- Cuenco de afeitado: si bien este accesorio no es imprescindible, te será muy útil si usas jabón de afeitar, ya que te ayudará a montar la espuma antes de repartirla por el rostro y mantener el contenido de la mezcla.
- Bálsamo after-shave: ideal para calmar la piel de la irritación del afeitado y evitar posibles granitos o picores.
Es probable que hayas oído que las navajas de barbero hay que asentarlas antes de usarlas. Pero, ¿en qué consiste asentar la navaja? ¿Es lo mismo que afilarla?
Pues no, asentar la navaja no es otra cosa que preparar bien la hoja para el afeitado, es decir, asentarla para que esté suave, pero a la vez afilada, a la hora de deslizarla por la piel y conseguir los mejores resultados.
Asentar la navaja es un proceso muy fácil. Lo único que necesitas es un asentador, un instrumento de cuero en forma de correa parecido a un cinturón.
Solo tienes que deslizar la navaja sobre el asentador en horizontal, ejerciendo una suave presión en el cuero.
Con el asentamiento, lo que lograrás es que la navaja esté suave y lisa, para lograr un afeitado sin cortes ni irritaciones.
Una vez te hayas preparado todos los productos y utensilios que necesitas, empezaramos con el afeitado con navaja propiamente dicho.
1. Preparación
Sabemos que estás impaciente por descubrir los secretos de la barbería clásica, pero antes de echar mano de la navaja debes preparar la piel del mejor modo posible para el afeitado.
Después de la ducha, ya puedes aplicar tu aceite o crema pre-afeitado para proteger el vello y la piel, así como para facilitar el deslizado de la navaja de barbero.
Te puede interesar: ¿Es mejor afeitarse antes o después de la ducha?
2. Prepara el jabón de afeitado y la brocha
Una vez preparada tu piel, llega el momento de preparar tu brocha para que consiga la mejor mezcla espumante de jabón de afeitar.
Si tu brocha de afeitado es de pelo natural, mójala con agua caliente bajo el grifo para que se ablande y consiga montar una espuma más densa e hidratante.
En cambio, si es de pelo sintético, puedes obviar este paso.
3. Enjabónate el rostro y el cuello
A la hora de crear la espuma de afeitar con tu jabón puedes hacerlo de dos maneras: o directamente en el rostro o en un bol.
Hacerlo de un modo u otro depende de los gustos de cada hombre y del tipo de jabón que uses: si éste es más duro y es más difícil conseguir espuma, un bol será tu mejor aliado para crearla.
Si quieres espumar el jabón en el rostro
Si te decides por este método, pasa la brocha humedecida por el jabón de manera que la cargues de producto.
Humedece ligeramente tu rostro y aplica el jabón con la brocha, mediante movimientos circulares. Estos movimientos harán que la brocha bombee el jabón y se cree la espuma.
Además, el masaje circular también te ayudará a ablandar el vello y facilitar el afeitado con el filo de la navaja.
Sigue enjabonando hasta que veas que la mezcla es suficiente para afeitar tu piel.
Si quieres espumar el jabón en un bol de afeitado
Si eliges la opción del bol, lo primero que debes hacer es humedecer el pelo de la brocha y eliminar el exceso de agua.
Toma el jabón y mueve la brocha húmeda sobre él con movimientos circulares para que las cerdas se carguen de jabón.
Una vez consideres que la brocha está cargada de producto, añade unas gotas de agua el bol y mezcla el jabón de la brocha, de nuevo, con movimientos circulares.
Alterna una presión ligera y moderada de los movimientos para que se monte una espuma más densa e hidratante.
Si ves que la mezcla está muy seca, puedes ir añadiendo más agua hasta que esté a tu gusto. Lo ideal es que la espuma adopte una consistencia cremosa y untuosa, como de nata montada o yogur.
Cuando consigas la mezcla perfecta, aplica la espuma en tu rostro con la brocha.
Una vez extendida la espuma de afeitado en tu rostro llega el momento clave del agarre de la navaja.
Sujeta la navaja por la parte llamada espiga, que no es otra que la zona de metal que une la hoja de afeitar al mango.
Coloca el dedo pulgar en la espiga y los dedos índice, anular y medio en el lado opuesto de la espiga.
Finalmente, coloca el dedo meñique en la cola, la pequeña zona de metal que se encuentra en la parte exterior del mango.
La hoja de la navaja debe estar ligeramente inclinada, mirando hacia abajo, en dirección contraria al vello.
Piensa que el agarre debe poder facilitarte un deslizado con una presión suave.
5. Tensa la piel
Mientras con tu mano dominante sujetas la navaja usa la otra mano para tensar la piel. Si no haces este paso, el filo de la navaja no deslizará correctamente y tendrás irritación.
Tensa la piel de cada zona que vayas a afeitar de manera que te asegures obtener los mejores resultados y sin cortes.
6. Primeros movimientos
Empieza deslizando la navaja en la parte superior de tu mejilla, justo debajo de las patillas. Coloca ahí la navaja y realiza el movimiento hacia abajo, en dirección al crecimiento del vello.
Es importante que el movimiento lo hagas con la presión justa y de manera controlada, de modo que evites cortes e irritación por la acción de la navaja.
Seguidamente, enjuaga la navaja con agua y continua por la mejilla y la barbilla. Después de terminar cada zona, enjuaga bien la navaja con agua caliente.
De la mejilla, pasa a la barbilla levantando ligeramente la navaja, ya que estas zonas son más delicadas de trabajar.
Si lo necesitas, realiza pases más cortos, pero sin perder la confianza y la seguridad en el agarre.
Deja para el final el bigote, que es la zona más difícil de afeitar con navaja. Esta zona es ideal que realices los pases de lado, con movimientos cortos y controlados.
7. Afeita la zona inferior del rostro
Llega el momento de afeitar la parte de la mandíbula y, de ahí, seguir hacia abajo en dirección al cuello.
Para afeitar la zona inferior del rostro, inclina la cabeza hacia atrás y tensa la piel de la mandíbula hacia arriba. Pasa la navaja con movimientos hacia abajo.
Una vez hayas afeitado la zona de la mandíbula, sigue hacia abajo con el mismo movimiento en dirección al cuello.
8. La segunda pasada
Una vez hayas afeitado todo el rostro, llega el momento de repasar el afeitado y apurar cualquier zona que no haya quedado bien pulida.
Lávate el rostro y vuelve a aplicar jabón o crema de afeitar, del mismo modo que lo has hecho al principio.
Piensa que ya no queda tanto vello en el rostro y que la piel ya ha sufrido la acción del primer afeitado, así que no queremos que se irrite en exceso.
9. El repaso final
Una vez terminada la segunda pasada, vuelve a aplicar jabón de afeitar en tu rostro y realiza una última pasada de repaso final a contrapelo.
Esta última pasada la harás desde la parte inferior del cuello hacia arriba, de manera suave y controlada.
10. Enjuaga el rostro con agua fría
Terminado el afeitado, llega el momento de refrescar tu rostro con agua fría que, además, también te ayudará a cerrar los poros de la piel y evitar la aparición de granitos.
Te puede interesar: ¿Cómo evitar los granitos al afeitarse?
Es también en este momento en el que, los barberos clásicos, pasan por el rostro la piedra de alumbre, un material que no falta nunca en una barbería.
La razón por la que la usan los barberos es por su acción antiséptica, bactericida y cicatrizante.
Si quieres aplicar también alumbre en tu piel, en el mercado encontrarás muchas marcas que la comercializan específicamente para el afeitado clásico.
Solo debes humedecer la piedra con agua y pasarla por todo el rostro. Deja actuar entre 2 y 3 minutos y aclara, en caso de que lo desees.
11. Hidrata bien tu piel
Una vez refrescada la piel, llega el momento de aplicar tu bálsamo o masaje after-shave favorito.
Repártelo bien por toda la zona del rostro que hayas afeitado de manera que protejas bien la piel de futuros picores o irritaciones.
El último paso, pero quizá el más importante, es que cuides bien tu brocha y tu navaja después de cada uso, de manera que puedas asegurarte la máxima vida útil de ambos utensilios.
Ejuaga bien la brocha con agua tibia para eliminar cualquier posible resto de jabón y luego sécala bien para eliminar completamente el exceso de agua.
En cuanto a la navaja, es fundamental también que la aclares bien con agua para eliminar cualquier resto de jabón.
Recuerda secarla bien bien, ya que aunque las navajas estén fabricadas con acero inoxidable, cualquier resto de agua podría provocar una oxidación no deseada del metal.
Para aportar una protección extra al filo de la navaja, te recomendamos impregnar el acero con un aceite mineral protector para evitar que se oxide.
Una vez limpia y aplicado el aceite, guárdala siempre en un lugar seco y que no esté al alcance de niños, si los tienes en casa.
Si después de leer nuestro paso a paso, decides lanzarte y empezar a probar la experiencia de afeitarte con navaja, no está de más tener en cuento algunos consejos que te servirán para evitar errores y, sobre todo, cortes.
- Si eres principiante, elige una navaja de 16 mm. Estas navajas tienen un excelente equilibrio entre control, filo y precisión. Así que si no tienes aún mucha práctica, son ideales para tomar pericia y desarrollar tu propia técnica.
- Tómate tu tiempo. Afeitarse con navaja de barbero es una experiencia más que un simple afeitado. Para disfrutarla y obtener los mejores resultados, no tengas prisas.
- Ten paciencia las primeras veces. Del mismo modo: afeitarte con navaja no es algo fácil, debes aprender un juego de muñeca con la navaja que solo desarrollarás con la práctica y el tiempo. Así que ten en cuenta que es normal que te cortes durante las primeras veces. Pero no desistas, lo ideal es seguir intentándolo para aprender.
- Haz tuya la navaja. El afeitado con navaja es un baile perfecto entre tu mano y la navaja; una debe hacerse a la otra para obtener el mejor resultado. Si la navaja te rasca, te irrita o te ocasiona quemaduras, cámbiala porque no es la ideal para ti. Si la navaja da tirones o te ocasiona quemaduras, debes cambiarla.
Preguntas frecuentes
Sí, antes de cada afeitado debes preparar la navaja de afeitar. Este proceso es el asentado que hemos comentado anteriormente, que debes realizar siempre antes de cada afeitado con el asentador de cuero. Además, también te recomendamos que lleves a afilar tu navaja de barbero a un afilador profesional cada 2 o 3 meses.
A la hora de elegir entre el afeitado con navaja, cuchilla o maquinilla eléctrica no se trata de cuál de ellos sea mejor o peor sino cuál es el más adecuado para ti y tu piel.
En este sentido, la navaja de barbero es perfecta para aquellos hombres que buscan el placer del afeitado clásico y disfrutar del ritual, ya que es una práctica que requiere mimo, técnica y paciencia.
La maquinilla eléctrica es ideal para hombres con la piel sensible, ya que provoca menos irritación y el riesgo de cortes es mucho menor.
También es la más fácil de usar, ya que no requiere de técnica ni utensilios, pero el apurado no es perfecto. La cuchilla es el método más rápido y más popular.
Aprender a afeitarte con navaja te reportará varios beneficios respecto al afeitado tradicional con cuchilla o maquinilla eléctrica. En primer lugar, la navaja logra un resultado más pulido y suave, así como un deslizado más preciso. Además, afeitarte con navaja, si cuidas bien de tu navaja y tu brocha, te reportará un importante ahorro en utensilios de afeitado desechables, así como también protegerás más el medio ambiente. Por último, muchos hombres, cuando aprenden la técnica con navaja, la experiencia del afeitado se convierte para ellos en un momento de relax y bienestar al que no quieren renunciar.